Zapatillas, auriculares y música. Son tres elementos imprescindibles para muchos asiduos al gimnasio, un espacio que suele estar ligado a hacer ejercicio físico de forma individualizada. Sumergidos en la intensidad que trasmiten los ritmos musicales, nos ponemos a correr en la cinta o hacer series de abdominales. Cuando acabamos, exhaustos, nos vamos al vestuario y, tras ducharnos, salimos del gimnasio con una sensación de bienestar causada por la liberación de endorfinas. En el transcurso de esta actividad, podemos relacionarnos con unas pocas personas a las que saludamos, ya sean conocidos o monitores del propio gimnasio, pero lo habitual es que nuestro único compañero de la jornada sea la música.
Sin embargo, este concepto de ir al gimnasio, puesto en práctica por numerosas personas, no es el único que existe. Es más, gran parte de la sociedad acude al gimnasio para relacionarse con otras personas y prefieren las actividades en grupo que la compañía de los auriculares. Por este motivo, cada vez es más frecuente que los gimnasios impartan clases de fitness de distintas variedades y ajustadas a las necesidades de los diferentes grupos de personas. Es el caso de Wonder Fitness, el gimnasio con la mayor oferta y variedad de actividades colectivas de fitness. Más de 80 sesiones de clases grupales a la semana sirven para fomentar el ejercicio en equipo y promover el desarrollo social de las personas. El trabajo en grupo aporta muchos beneficios a mayores del trabajo físico realizado y aquí te presentamos unos cuantos:
1. Disciplina y organización
Hay gente a la que le cuesta organizarse y ser constante durante la práctica de ejercicio. Mientras que hay personas con la voluntad necesaria para establecerse un horario de gimnasio, hay otras muchas a las que le cuesta establecer una rutina. Por ello, acudir a una clase fijada en un horario determinado puede ser de mucha ayuda para no dejarse llevar por el síndrome de posponer todo lo que hacemos.
2. Solidaridad y cooperación
Cuando se trabaja en grupo estos dos valores están muy presentes, puesto que sin ellos es imposible llevar a cabo un buen trabajo en equipo.
3. Mayor motivación
El hecho de sentirse integrante de un grupo aumenta la motivación por acudir a la sesión diaria. Es más fácil cumplir las metas si ves como otras personas también cumplen las suyas. Un estudio realizado en Reino Unido concluyó que el 64% de las mujeres que hacían ejercicios con sus amigas eran capaces de alcanzar un mayor límite deportivo.
4. Diversión y entretenimiento
Aunque muchas veces podemos disfrutar del ejercicio en soledad, la intensidad y el cansancio físico pueden hacer que a veces nos cueste un poco dar lo mejor de nosotros mismos. Pero esto es completamente distintos cuando el entrenamiento va acompañado de bromas, risas y alguna que otra charla.